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"Rose y la sublimación ante la muerte"

http://adelasalinas.blogspot.mx/2015/02/rose-obra-de-teatro.html?spref=fb

                                          Adela Salinas Blanco en su Blog: Blancoscuro literario

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"Yo creo que con es de esas cosas que dan sentido a la existencia. Qué buen teatro."
                                             Stefanie Weiss, actriz y maestra en Casa del Teatro

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"Querida Amanda, felicidades por tu maravilloso trabajo en Rose. Es difícil encontrar en teatro algo tan entrañable y con tanta calidad. Tus movimientos, los textos, la manera tan delicada e inteligente en que vas tejiendo la historia de ese maravilloso y delicado ser que creas. He pasado una de esas deliciosas Noches de Teatro que tanto se extrañan y que gracias a ti, a Sandra y a ese espléndido texto, tenemos la posibilidad de gozar. Los demagogos profesionales, los poderosos de facto que dicen arreglar el mundo -y que en realidad no hacen otra cosa que mirar su propio ombligo- deberían darse una vueltecita a verte. Quizás aprenderían algo (aunque lo dudo) para poder hacer de esta tierra, de este país, uno mejor, como tú lo haces en tu pequeño escenario con esa enorme Rose que haces vivir cada vez que das función. Un gran abrazo."
                                                                                                  Arturo Ríos, actor
 

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"Tuve la oportunidad de ir a ver este espectáculo, y para mi "Rose" es una joya teatral. El texto es crudo y bello, la actuación honesta y fina; y la dirección de una compleja sutilidad. De las mejores experiencias que he vivido sentado en una butaca. Mi admiración y respeto para las dos creadoras y mi total recomendación a este proyecto. ¡No se lo pueden perder!"
                                                                           Juan Carrillo, director de teatro

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"Vi su casa, su Madre Santa, su Padre moribundo, su hermano; vi Varsovia, vi ese hombre hermoso con su ojo falso, vi los vagones, la mujer que vomitó, el cuarto repleto de seres humanos, vi el horror, vi al marino y al jovencito asesinado en el barco, la vi aventando papas, vi el mar, la vi saltando del tren, atendiendo el hotel, platicando con sus nietos, vi .... Vi...... Su alma, su enorme y dolido corazón diciéndonos paren. Vi la vida vi Teatro. 
¡Que hoy tu corazón reciba el aliento que en este momento sale de mis pulmones para decirte a ti y a tus ancestros Gracias!"
                                                                                              Roberto Soto, actor 


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"Hermoso trabajo! arriesgado, consciente, profundo, bello, conmovedor y de gran maestría interpretativa. Bravo! Gracias."

                                                                                               Bruno Bichir, actor

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A manda. Aman da. Amanda . Ah! man, (ella) Da.
Gran, gran, GRAN trabajo.
Gracias por la clase de actuación, de historia, de humanidad, de teatro de amor, compromiso, trabajo, entrega. Belleza, finura, sofisticacion, profundidad... Vida.

Que catarsis. Que Barbara!

"El conocimiento es más importante que el dolor"

He conocido a través de tanto dolor... Gracias a ti esta noche.

Uau. Aplausos de pie!

Para ti, para Sandra Félix

UAU!

                                                                                 Zaide Silvia Gutiérrez, actriz

 
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"Titánica ficción que se sostiene sin artificios, cada palabra una imagen. ROSE

                                                                                                   @Dramatwitts

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"Tuve la fortuna de que Amanda Schmelz me invitara a una de las únicas cuatro funciones que ofrece en estas fechas en la Universidad Autónoma Metropolitana de Rose Rose. Qué regalo! Un verdadero "tour de force" de una singular actriz! Dirigida por nuestra reconocida Sandra Felix quien la orienta a encarnar en el monologo de Martin Sherman a Rose, una mujer que sobrevive el holocausto y la vida misma. Durante las tres horas que dura el monologo, Amanda, desde otra voz, emite las palabras y gestos de Rose. Desde la memoria de aquella anciana que una vez fue joven se materializaron las imágenes de una dura pero admirable historia. Amanda Schmelz generosamente nos mantuvo tanto riendo como llorando, pero gozando a final de cuentas. Recomiendo ampliamente que no se la pierdan."

                                                                                        Nailea Norvind, Actriz 

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"Amanda: Qué obra tan más hermosa, conmovedora y brutal es Rose. Gracias. Amé tu trabajo, tu fuerza, vulnerabilidad, tus imágenes.... pff. Lo vi todo, Amanda, todo. Fue una noche espectacular. GRACIAS. Qué bárbara. Felicidades!!!"
Amanda Schmelz, actriz extraordinaria que da vida a Rose; una mujer judía de 80 años que sabe del amor, del dolor, de la supervivencia y sobre todo de la muerte, de Dios y las preguntas sin respuesta. De maneras sublimes, encarna cada una de las imágenes que construyeron su andar. Lloré y lloré y reí y conecté mística y espiritualmente con ella. Nunca había visto actuación de monólogo tan magistral como la que presencié esta noche en el Foro Shakespeare. Le quedan tres funciones y pienso que nadie debe perderse la oportunidad de disfrutar de Amanda y de Rose; la que vive, recuerda y muere sin morir porque se ha quedado profunda en mi corazón."


                                                                                         Leonora Cohen, actriz   

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"Querida Rose Rose:

Apenas te vi, sentada en tu banca de madera, haciendo shiva, tu duelo por una niña desconocida para ti, muerta a causa del conflicto entre israelíes y palestinos, y en mi cabeza surgieron múltiples preguntas. Una de ellas es ¿qué es una vida? Podemos decir que es la experiencia vivida, en tu caso, de una mujer judía de 80 años, del siglo pasado; y también es cómo vives esa experiencia, qué haces con los acontecimientos que te va presentando el tren de la vida. E incluso una vida es también cómo cuentas, cómo relatas a otros esa experiencia.

Y tú nos compartes la tuya desde el desconcierto que te ha provocado la muerte de esa pequeña, con una bala en medio de la frente, y, sobre todo, por quien ha perpetrado esa muerte. Basta un detonador en el presente para llevarnos a recorrer un camino hacia el pasado de nuestra vida, editada como en una película, seleccionando aquellos acontecimientos que más nos transformaron. La vida vivida está cargada de pasado y, al recordarla, convertimos esas imágenes íntimas en palabras que llegan a nosotros con toda la carga del presente en tu relato conmovedor.

También me hiciste pensar en cómo una mujer pudo sobrevivir a la Revolución Bolchevique, y al genocidio nazi, para luego seguir el anhelo de llegar a la Tierra prometida, y acabar en los Estados Unidos, en un periplo pleno de vicisitudes, pérdidas, dolor pero también fortaleza, esperanza y sorpresa, e, incluso, sentido del humor. Y nos llevas desde tu infancia con un padre siempre a punto de morir y una madre trabajadora y seria hasta el descubrimiento del amor y la maternidad, la pérdida de una hija y la necesidad de resurgir cada vez hasta viajar en el Exodus para luego convertirte en Rose Rose y ser esposa y madre nuevamente.

Por tu relato, surgido a partir de esa imagen en la televisión sorpresiva y dolorosa, volvemos la memoria al pasado de la humanidad que reverbera en el presente y en algún sitio del planeta sigue provocando muerte por odio, intolerancia y guerra. Desde hace algún tiempo me he preguntado qué sentirá una madre, una abuela, una esposa, una hermana, al ver en la televisión a su hijo, padre, esposo, hermano, empuñando un arma para matar a otro ser humano. Y tú me diste la respuesta: hace duelo, por la niña desconocida muerta a mitad de un pensamiento.

Muchas gracias, querida Rose, por abrir tu maleta de recuerdos y llevarnos contigo en este periplo humano, conmovedor y contundente.


Con la dirección sensible, cuidadosa y precisa de Sandra Félix, la actuación mesurada y profunda de Amanda Schmelz, Rose de Martin Sherman se presenta en el Teatro La Capilla hasta el 9 de diciembre de 2013."
                                                                                         Silvia Peláez, dramaturga


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"Gracias señoras. Que emocionante. La habitación más que llena, donde acompañamos toda una vida, a esta anciana, que en el acento perfecto de Amanda Schmelz, nos acompaña, nos hace sobrevivientes, dolientes. Estupenda entrañable inolvidable Rose."

                                                            
                                                        Emmanuel Márquez Peralta, director de teatro


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Muchísimas gracias por la función de ayer, debo confesar con algo de verguenza
que es la primera vez que el teatro me conmueve hasta las lagrimas será la semejanza que encontré con la realidad que estamos viviendo y el no saber por donde empezar para mejorar la parte que me toca antes de que nos gane el estropicio.


                                                                                                     Altagracia López 

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"Si bien ROSE nos acerca a una mujer especial por el tiempo y lugar en el que nace, una judía que mide las pérdidas sin raza, sin color, sin nacionalidad ...
ROSE es una mujer que se ha reconstruido desde que recuerda....ROSE amante y sobreviviente de la vida.
Bajo la dirección de Sandra Félix, Amanda Schmelz nos muestra a una mujer atada por convicción a un duelo por la muerte de la hija de otra mujer... ¿enredado?, no. Seductora de palabras nos lleva por unos 70 años de su vida, va y viene en el tiempo. Durante dos horas treinta nos compenetramos al sentido del humor que nos cuenta una vida llena de decisiones.
La gocé, me reí, la lloré me hice cómplice para que tomara sus medicinas, vi por sus ojos a sus hijos y cuando perdió a un marido y al segundo y su casa y su familia y cada momento empezó de cero, y cuando le habló a Dios, le gritó a Dios, le imploró a Dios... Y Dios se quedó mudo porque ya era sordo...
ROSE, un toque al corazón."

                                                                          Luz Ma Meza, conductora de radio


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"Pienso en Rose, en sus lágrimas, en sus expresiones de miedo y dolor, en sus sonrisas, y ya no sé si fui al teatro o si estuve de visita con ella, lo que sí sé es que nuestro encuentro me sensibilizó, cambió mi mirada hacia un conflicto ajeno para muchos, pero que ha roto el alma de cantidad de personas." 
                                                                     
                                                                         Camila González, revista A dónde ir


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Amanda, muchas felicidades
qué lujo haber estado en primera fila disfrutando tu "Rose"
me llevaste a viajar a muchos lados
y me pusiste a pensar muchas muchas cosas

                                                   
                                                                                                 Rojo Córdova, poeta


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"Ahora que tengo su atención por las chicas lesbianas, auténticas, calientes, quiero aprovechar para recomendarles que vayan a ver una obra de teatro que se llama
Rose, con Amanda Schmelz, que está como diosa."
                                                              
                                                        Ana Francis Mor, Actriz, directora, cabaretera 


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"Una de las formas en que se transmite el sufrimiento y sus significados ante la pérdida, es a través de la narración. El relato de vida de Rose, una mujer judía octogenaria que vivió con intensidad la historia judía mundial en el siglo XX, es un testimonio profundamente humano que logra retratar la complejidad de las situaciones y la dificultad de tomar decisiones en contextos que van más allá del control del individuo. El esfuerzo de organizar la memoria para comunicar las vivencias en narrativas coherentes, propicia la comprensión de lo que se ha experimentado, aunque siempre quedan residuos intransferibles, huellas que permanecen y se expresan en la sin razón. Para quienes escuchan, conocer una historia, como la de Rose, pone en movimiento una búsqueda de significados entre muchos posibles, lo que provoca el surgimiento de un relato co-construido entre el mundo de la historia y la historia del mundo en que es narrado. Rose, magistralmente representada por Amanda Schmelz y brillantemente dirigida por Sandra Félix, aborda temas como la vida en los pueblos de Europa Oriental en los inicios de la Revolución Bolchevique, el drama judío ante el genocidio nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y los desafíos de la construcción de la nación israelí ante la diversidad ideológica, étnica, religiosa y cultural de un país formado por inmigrantes con multiplicidad de orígenes e historias de vida. Rose intenta explicar el acontecer del conflicto entre israelíes y palestinos cuestionando el sentido de la guerra, el odio y la mutua destrucción. Su relato, trasciende lo particular de un pueblo, y alude a las preguntas existenciales universales que aquejan a la humanidad, de ahí que la audiencia no pueda permanecer indiferente ante una historia marcada por la pérdida y el sufrimiento. Tanto al expresar como al interpretar la experiencia, la narrativa de Rose media entre, por un lado, el mundo interno de los pensamientos, afectos y sentimientos, y por otro, el mundo externo de las acciones contundentes y el contexto social en que estas suceden."
                                                                                      Liz Hamui, historiadora


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"Valió la pena mi expedición ayer al defectuoso a ver a Amanda Schmelz en Rose. Trabajé durante muchos años con sobrevivientes de los peores horrores y las más espantosas pérdidas. El stress post-traumático resultante no se puede fingir; los flash-backs son inevitables, involuntarios, pero no son recuerdos sino experiencias revividas, repeticiones del trauma. Así mismo fue la representación de Amanda: la memoria revivida del judío errante del siglo XX y -más terrible aún- del sionista nacionalista que reniega de la ética tanto como del yiddish. Total, hoy amanecí llorando."
                                                                       
                                                                    Dr. Ricardo Loewe, Experto en Tortura


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"A través de su murmullo, Rose susurra al oído de Amanda el sonido de los pasos que arrastran los pies sobre el pasto seco, de la procesión de pueblos que entonan alabanzas mientras se adentran muy despacio al bosque de las balas; personas que ahogan el dolor de un éxodo de vidas encadenadas; de una diáspora infinita… de una tierra de leche y miel, de leche y hiel en las gargantas.
Rose se va apropiando de su voz, y con su envejecido acento del norte de Europa, va revelando que ni cien años de vida, ni la inmolación de los niños, alcanzan para evitar que la humanidad olvide y evite repetir una y otra vez el olor de la sangre, de la carne que se pega al hueso, de los hombres volteado al cielo en busca de ese dios de incomprensible inhumanidad, mientras sostienen a sus hijos muertos en los brazos.
Miles de fantasmas llegan hasta este lugar y se sitúan alrededor de nosotros; alrededor de la banca, la lámpara y el cuaderno de Amanda. Van susurrando al oído de cada espectador: nunca olvides, jamás."
                                                                                      Judith Bravo, Tiempo Libre


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"Anoche vi ROSE. Doblemente Rose. Hace mucho tiempo que una apuesta teatral no me conmovía tanto: desarraigos, lealtades, herencias, fanatismos, regeneración. 
Un texto apasionado y actualísimo; una dirección, Sandra Félix, que nos expone hondamente al conflicto. Una actriz, Amanda Schmelz, fiel a su don, su responsabilidad, generosa y entregada. Su encuentro apasionado y vivo con su criatura y con nosotros.
Compartirla con ellas hace volver a creer en la proximidad, la necesidad y la ética del teatro.
¡Aleluya!"
                                                                                            Hebe Rossel, cantante


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"Amanda, sentí que tu actuación es exacta -medida/nunca pierde la cadencia que integra toda una vida(s) en 3 intensas horas - y que es una obra que conmueve a cualquiera -una cachetada directa- que equivale en todo tiempo y lugar. Da cuenta de la humanidad errante, en pos de la tierra prometida, marcada por realidades inesperadas y por el horror en su máxima expresión en el caso de Rose - Cuando me di cuenta que podía remontar el hecho contundente que frente a mí veía y oía a mi hija, hablando con un acento de húngara, pude escuchar y adentrarme en la obra de arte, surgieron mis propias evocaciones, me impresiona el perfecto círculo que pinta esta historia. Estoy conmovida no solo por tu interpretación, sino por tu memoria. Si, pienso que esta obra puede conmover a mucha gente."


                                                         Irene Herner, historiadora del arte y curadora


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"Amanda Schmelz es una persona que he visto a los largo de los últimos veinte años ir de aquí para allá en el teatro. Hemos intercambiado algún mail o comentario en este medio, somos amigos en FB pero nunca hemos compartido en otros ámbitos, digo: irnos de fiesta por ejemplo. Pero es una de las presencias persistentes en estos años de amor por el teatro. Es alguien poseedor de una humildad extraordinaria que ha hecho posibles muchas puestas en escena, que sabe y conoce todo el triperío teatral y se ha especializado en el maquillaje escénico. Pero entre las múltiples cosas que hace hoy está Rose de Martin Sherman, un monólogo extraordinario que dirige Sandra Félix, como dice la actriz Claudia Lobo, con una gran sutileza. El poder de Amanda como actriz hace crecer un texto que todos deberíamos conocer y escuchar (una versión radiofónica para mirar con los ojos cerrados) porque todos venimos de muchas partes y hemos ganado y perdido muchas cosas. Es verdaderamente conmovedor acceder a un texto tan pertinente a través de una actriz con esa potencia espiritual y artística. Hay que verlo y volverlo a ver."

                                    Miguel Ángel Quemain, Psicoanalista y Periodista Cultural





                                               




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